La Unión Europea reforma la PAC
Los ministros de Agricultura de los Estados miembros de la Unión Europea aprobaron el pasado día 26 de junio la reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC), en la que se incluyen los elementos clave que van a marcar el desarrollo de la agricultura y ganadería en los próximos años. Las medidas introducidas se centran en regular las ayudas establecidas hasta el momento, de manera que, a partir de 2004, fecha de entrada en vigor de este nuevo marco legislativo, la mayoría se concederán a la explotación y no al volumen de producción. Además, estas cuantías estarán vinculadas al cumplimiento de la normativa en materia de medio ambiente y salubridad de los alimentos, entre otros aspectos.
El texto aprobado también contempla un mecanismo de disciplina financiera, para garantizar que el presupuesto prefijado hasta el año 2013 no se sobrepase, y una revisión de la política de mercado de la PAC en el sector lácteo, cereales, arroz, trigo duro, frutos de cáscara, patatas de fécula y forrajes desecados.
Ayudas a la explotación
Con la entrada en vigor de la reforma de la PAC, las explotaciones agrícolas-ganaderas recibirán una ayuda única que sustituirá a la mayoría de las primas otorgadas dentro de las Organizaciones Comunes de Mercado (OCM). De esta manera, la gran parte de las ayudas concedidas por la Unión Europea no estarán vinculadas a la producción, y el agricultor percibirá una cuantía basada en un importe y en un período de referencia comprendido entre los años 2000 y 2002. No obstante, los Estados miembros podrán mantener vinculadas a la producción hasta el 25 por ciento de las ayudas por hectárea en el sector de los cultivos herbáceos para reducir al mínimo el riesgo de abandono de las tierras. También podrán optar por vincular hasta el 40 por ciento del suplemento de trigo duro. En el sector del vacuno, se barajan dos opciones. Por un lado, el Estado miembro puede conservar hasta el 100 por cien de la actual prima por vaca nodriza y el 40 por ciento de la prima por sacrificio, o bien, conservar hasta el 100 por cien de la prima por sacrificio o hasta el 75 por ciento de la prima especial por animales machos.
Las primas por oveja y cabra, con un máximo del 50 por ciento, incluidas las complementarias abonadas en las zonas más desfavorecidas, pueden mantenerse vinculadas a la producción.
Los Estados miembros tendrán libertad para decidir si las ayudas para el secado de los cereales permanecen vinculadas a la producción. Esta opción es igualmente válida para las ayudas directas en las regiones ultraperiféricas y en las islas del Egeo.
En el caso del sector lácteo, una vez llevada a cabo su reforma, se concederá una ayuda única por explotación a partir de 2008, aunque los países de la Unión Europea tendrán capacidad para implantar este sistema antes de la fecha prevista. Asimismo, los Estados miembros podrán abonar a sus agricultores pagos adicionales equivalentes al 10 por ciento, como máximo, de la suma de los pagos únicos por explotación, siempre que se destinen a fomentar tipos específicos de producción agraria que favorezcan la protección del medio ambiente, la calidad de los productos y la comercialización.
Este sistema entrará en vigor en el 2005, aunque si algún Estado miembro necesita un período transitorio, podrá retrasarse la concesión de la ayuda única por explotación hasta el 2007. La concesión de esta ayuda y de otras ayudas directas estará vinculada al respeto de una serie de normas legales en materia de medio ambiente, salubridad alimentaria, sanidad animal y vegetal y bienestar de los animales. En el caso de que no se cumplan estos requisitos, las ayudas directas se reducirán de forma proporcional al riesgo o daño existente. Además, la reforma contempla ayudas adicionales en varios sectores, como el arroz, trigo duro, fécula de patata o forrajes desecados.
Sistemas de asesoramiento a las explotaciones
La reforma de la PAC contempla un sistema nuevo de asesoramiento a las explotaciones, que será voluntario para los Estados miembros hasta el año 2006. A partir del 2007, los países de la Unión Europea estarán obligados a ofrecer estos sistemas a sus agricultores, cuya participación será inicialmente voluntaria, aunque en el 2010, el Consejo Europeo decidirá su posible obligatoriedad, en función de un informe de la Comisión sobre el funcionamiento del sistema.
Este sistema de asesoramiento se encargará de aportar información a los agricultores sobre el modo en el que se deben integrar las normas y las buenas prácticas en el proceso de producción. Las explotaciones serán objeto de auditorías que comprenderán el análisis periódico y estructurado de existencias y la comprobación de los flujos materiales y de los procesos empresariales que se consideren relevantes a determinados efectos como el medio ambiente, salubridad sanitaria o animal. Para realizar las auditorías, se otorgarán ayudas a través de los fondos de desarrollo rural.
Política de desarrollo rural
La reforma de la PAC contempla cambios en el ámbito del desarrollo rural que entrarán en vigor en el año 2005. Las medidas introducidas van dirigidas a ampliar los fondos que la Unión Europea dedica a e sta área, con el fin de que se atiendan mejor las preocupaciones de los agricultores en temas como la calidad y salubridad de los alimentos, ayudarles a adaptarse a las exigentes normas de la legislación de la UE y promover, al mismo tiempo, mejores niveles de bienestar animal. Con estos objetivos, se pretende impulsar una agricultura sostenible y responder a las expectativas de la sociedad europea en su conjunto.
Incentivos a los agricultores en pro de la calidad
- Se concederán ayudas para incentivar a los agricultores que se adhieran a los programas de mejora de la calidad de los productos agrarios y del proceso de producción para dar garantía a los consumidores al respecto. Esta ayuda se abonará anualmente durante un período máximo de cinco años con una cuantía máxima anual de hasta
- Se otorgarán ayudas a las organizaciones de productores para actividades relacionadas con la promoción e información al consumidor de los productos obtenidos conforme a los sistemas de calidad subvencionados. En este caso, se autorizarán ayudas de hasta el 70 por ciento del coste del proyecto subvencionable.
Ayudas para el cumplimiento de las normas
Ayudas para la adaptación a la legislación europea
Estas ayudas, con carácter temporal y decrecientes, se abonarán para facilitar la adaptación de los agricultores a las condiciones recogidas en la legislación de la Unión Europea, que todavía no estén incorporadas al marco legislativo nacional, en materias como el medio ambiente, sanidad pública, animal y vegetal, bienestar animal y seguridad en el trabajo. El importe de la ayuda será a tanto alzado y decreciente y se abonará durante un período máximo de cinco años. La cuantía máxima anual se estipula en 10.000 euros por explotación.
Ayudas para los costes de asesoramiento
Estas ayudas se destinarán a suplir los costes derivados de los servicios de asesoramiento de las explotaciones. El agricultor podrá percibir ayudas económicas por este concepto de hasta el 80 por ciento del coste de estos servicios. El límite máximo está establecido en 1.500 euros.
Ayudas para el bienestar animal
Los agricultores podrán acogerse a estas ayudas siempre y cuando adquieran compromisos para aumentar el bienestar de los animales de la explotación durante un período de, al menos, cinco años. Estos compromisos no podrán incluir las buenas prácticas corrientes en la cría de animales. Esta ayuda se abonará anualmente y se basará en los costes adicionales y en el lucro cesante generado por los compromisos adquiridos. La cuantía máxima anual es de 500 euros por cabeza de ganado.
Ayudas para jóvenes agricultores
La reforma de la PAC prevé un incremento de las ayudas de inversión europeas dirigidas a los jóvenes agricultores.
Financiación
Reducción ayudas directas a la explotación
La reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC) contempla una reducción de las ayudas directas concedidas a las explotaciones agrarias y ganaderas de mayor tamaño con el fin de favorecer el desarrollo rural. Para financiar las nuevas medidas de desarrollo rural, las ayudas directas otorgadas hasta el momento disminuirán progresivamente. Según el calendario previsto, las explotaciones con ayudas directas anuales de hasta 5.000 euros tendrán una reducción del 0 por ciento en el período que va desde el año 2005 al 2013. Sin embargo, para las explotaciones con una cuantía superior a los 5.000 euros, la disminución será del 3 por ciento en el 2005; del 4 por ciento en el 2006 y del 5 por ciento en el 2007. Este último porcentaje será el aplicado también en el intervalo temporal del 2008 al 2013. Las regiones consideradas ultraperiféricas estarán exentas de la modulación y su reducción tampoco afectará a los nuevos Estados miembros, hasta que dichas ayudas alcancen el nivel normal de la Unión Europea.
Modulación de ayudas
La distribución de los fondos obtenidos con la modulación de las ayudas, cifrados en torno a los 1.200 millones de euros, se destinará a favorecer el desarrollo rural. El 1 por ciento de estos fondos se destinará a los Estados miembros en los que se hayan obtenido. El resto se repartirá entre los países de la Unión Europea de acuerdo a los criterios de superficie agraria, empleo agrario y PIB per cápita (en términos de poder adquisitivo). Como punto de partida, la reforma contempla que cada Estado miembro perciba el 80 por ciento, como mínimo, de sus fondos de modulación.
Disciplina financiera
El mecanismo de disciplina financiera, que se introducirá en el año 2007, surge a raíz del establecimiento de un límite de gasto de la PAC en la Cumbre de Bruselas de octubre de 2002. Bajo este nuevo mecanismo, las ayudas directas serán objeto de ajuste siempre que las previsiones indiquen que, en un determinado ejercicio presupuestario, pueden sobrepasarse los fondos previstos, aunque se establece un margen de seguridad de 300 millones de euros. Este ajuste lo llevará a cabo el Consejo conforme a la propuesta de la Comisión.
Revisión de la política de mercados
Cereales
La reforma de la PAC recoge el mantenimiento del actual precio de intervención en los cereales. La cuantía básica de las ayudas a los cultivos herbáceos seguirá siendo de 63 euros por tonelada, mientras que la actual corrección estacional del precio de intervención (incrementos mensuales) se reducirá en el 50 por ciento. El centeno se excluirá de este sistema de intervención para evitar la acumulación de existencias y poder hacer frente a los posibles problemas originados con esta reestructuración. Para ello, se establecerán medidas transitorias. El Estado miembro, cuyo volumen productivo de centeno supere el 5 por ciento de su producción total de cereal y el 50 por ciento del montante de global de centeno de la Unión Europea, obtendrá el 90 por ciento de los fondos obtenidos con la modulación en su país. Al menos el 10 por ciento de estos fondos se destinará a las regiones productoras de centeno.
Proteaginosas
El actual suplemento destinado a las proteaginosas (9,5 euros por tonelada) se mantiene al convertirse en una ayuda específica por superficie de cultivo de 55,57 euros por hectárea. Esta ayuda está sujeta a una nueva superficie máxima garantizada establecida en 1,4 millones de hectáreas.
Cultivos energéticos
La ayuda para los cultivos energéticos se ha fijado en 45 euros por hectárea, con una superficie máxima de 1.500.000 hectáreas. Esta ayuda tan sólo se concederá a superficies cuya producción sea objeto de contrato entre el agricultor y el sector transformador, excepto si la transformación la realiza el propio agricultor en la explotación. Una vez transcurridos cinco años desde el inicio de la aplicación de este nuevo régimen de cultivos energéticos, la Comisión presentará al Consejo un informe con las propuestas y medidas que considere oportunas.
Trigo duro
La reforma de la PAC establece que el suplemento por trigo duro otorgado en las zonas de producción tradicionales se abonará con independencia de la producción. Los Estados miembros pueden optar por mantener el 40 por ciento vinculado a la producción. La cuantía de este suplemento, que se incluirá en la ayuda única por explotación, será de 313 euros por hectárea en el 2004; 291 euros, en 2005 y 285 euros a partir de 2006. La ayuda específica a otras regiones en las que el cultivo del trigo duro está subvencionado (139,5 euros por hectárea) disminuirá progresivamente. Estos recortes se efectuarán en el curso de tres años, a partir del 2004. Además, la reforma prevé la introducción de una nueva prima para la mejora de la calidad del trigo destinado a la producción de sémola y pasta. Esta prima, de 40 euros por hectárea, se abonará a los agricultores y en zonas tradicionales que empleen una cierta cantidad de semillas certificadas de variedades seleccionadas. Su concesión también está condicionada y sujeta a los límites marcados por las superficies máximas garantizadas vigentes en las zonas de producción tradicionales./p>
Patata de fécula
En este sector, la reforma de la PAC contempla una ayuda directa a los productores de patata de fécula. La Agenda 2000 fijó esta ayuda en 110,54 euros por tonelada de fécula en Aragón y, ahora, el pago del 40 por ciento de este importe se incluirá dentro de la ayuda única por explotación, conforme al historial de entregas a la industria. El 60 por ciento restante seguirá como ayuda específica al cultivo de patatas de fécula. Además, se mantiene también el precio mínimo y la restitución por producción de fécula.
Forrajes desecados
Las ayudas a los forrajes desecados se redistribuirán entre los agricultores y la industria de transformación. La ayuda directa que perciba el agricultor se englobará dentro del sistema de ayuda única por explotación y se basará en las entregas realizadas anteriormente a la industria. Para el bienio 2004-2005, la ayuda a la transformación será de 33 euros por tonelada. En el año 2008, la Comisión presentará un informe que podrá ir acompañado de nuevas propuestas.
Arroz
Con la reforma de la PAC, el precio de intervención se reduce en el 50 por ciento, de una sola vez, hasta los 150 euros por tonelada. Esta cuantía, en consonancia con los precios de los mercados mundiales, viene propiciada por la intención de estabilizar los equilibrios de mercado, sobre todo, por el impacto de la iniciativa "Todo menos armas". Con esta modificación, la intervención se limita a 50.000 toneladas anuales y para evitar posibles vaivenes en los ingresos de los agricultores, la actual ayuda directa se incrementa. En concreto, pasa de 52 euros por tonelada a 177 euros por tonelada. Este aumento equivale a la compensación total por cereales de las reformas de 1992 y de la Agenda 2000. De ese importe, 102 euros por tonelada se incluyen en la ayuda única por explotación y su abono se realizará en función de los derechos históricos. Su límite viene establecido por la superficie máxima garantizada. El resto de la cuantía, 75 euros por tonelada que se multiplican por el rendimiento de 1995, se constituye como ayuda específica por cultivo. En este caso, la superficie máxima garantizada puede ser la actual o la media obtenida entre el período 1999-2001.
Frutos de cáscara
En el sector de los frutos de cáscara se establece un nuevo sistema de pago anual a tanto alzado de 120,75 euros por hectárea para 800.000 hectáreas divididas en superficies fijas garantizadas nacionales para las almendras, avellanas, nueces, pistachos y algarrobas. Los Estados miembros pueden utilizar sus cantidades correspondientes de forma flexible y añadir un máximo anual suplementario de 120,75 euros por hectárea.
Sector lácteo
En el sector lácteo se contempla una prórroga del sistema de cuotas lácteas reformado hasta la campaña 2014-2015. En el caso de la mantequilla, se aplicarán paulatinamente recortes en el período comprendido entre el 2004 y el 2007. En los tres primeros años, el precio de intervención de la mantequilla disminuirá a un ritmo del 7 por ciento anual, mientras que para el último año, el 2007, la reducción prevista es del 4 por ciento. En todo el período, el precio de intervención habrá decrecido el 25 por ciento, lo que supone un recorte adicional del 10 por ciento frente a la Agenda 2000. Las compras de la mantequilla en intervención se suspenderán a partir del límite de 70.000 toneladas en 2004. Esta cantidad irá en disminución hasta que se alcancen las 30.000 toneladas en el año 2007. A partir de ese límite, las compras podrán efectuarse mediante licitación. El precio objetivo de la leche se eliminará y en el caso de la leche en polvo desnatada, los precios disminuyen en el 15 por ciento (a un ritmo del 5 por ciento anual para los años comprendidos entre el 2004 y 2006, ambos incluidos), conforme a los acuerdos contemplados en la Agenda 2000. En relación a las ayudas dentro de este sector, la reforma recoge que la ayuda única por explotación sólo se otorgará al sector lácteo una vez que la reforma se haya llevado a término, excepto si los Estados miembro deciden adelantar su introducción. Las compensaciones quedan fijadas en 11,81 euros por tonelada en el 2004, 23,65 euros por tonelada en el 2005 y en 35,5 euros por tonelada a partir de 2006. Dentro de la reforma intermedia, también se aprobó un incremento de las cuotas lácteas para Grecia (más 120.000 toneladas) y una exención temporal para las Azores.
Aceite de oliva, tabaco y algodón
En otoño de este año, la Comisión presentará una comunicación sobre la reforma de los sectores del aceite de oliva, el tabaco y el algodón, que se basará en los objetivos y planteamientos de esta reforma intermedia.